Las almas gemelas de espíritu que participan de los mismos valores, conductas, aficiones, conocimientos, gustos o cuerpo de doctrina ideológico probablemente tengan un vínculo tan fuerte como en el caso de las almas gemelas biológicas, pero no hay que olvidar que en el fondo éstas últimas también tienen un núcleo espiritual que hay que extender al resto de la familia.
Idealizando el sentido del alma gemela encontramos en ésta a una ser que entendemos que es igual a nosotros en valores primordiales, y nos tiene que aportar una sensación de familiaridad que quizá interpretamos como de satisfacción y probablemente lo que es más importante de intimidad.
Las almas gemelas podría decirse que son las almas hermanas, bien por vía biológica o ideológica, y no parece que en ninguno de los casos sea apropiado la búsqueda del alma gemela como pareja, si puede existir una colaboración en diferentes proyectos, o compartir aficiones, conversaciones, conocimientos y demás inquietudes por afinidad.
De todo esto queda claro una cosa, que no hay que buscar el alma o las almas gemelas, pues ésta suele ser una pretensión de la dualidad de nuestro EGO, y si algo sabemos con certeza es que no hay dos cosas o personas iguales.
Refiriéndonos a las almas gemelas que viene por la vía espiritual exclusivamente podemos encontrar a personas que en el pasado o en el futuro han llevado o llevarán a cabo actividades similares, desarrollan personalidades parecidas, y viven destinos con muchos puntos en común, interesándose por las mismas áreas del conocimiento, pudiendo incluso llegar a tener un parecido físico, puede que éstas personas sigan un patrón de identidad común que permite verles como almas gemelas, existe una tendencia a identificarnos con ciertas personas, o idealizar un modelos de persona a la que buscar, pero muchas veces hay una carencia de conciencia de la propia identidad.
El tema de la identidad personal es una necesidad vital y psíquica que se realiza a través de otras personas y seres, el alma gemela es uno de los aspectos metafísicos de dicha cuestión.
Se puede concluir que el alma gemela es la necesidad de tener un igual, de aspirar a tenerlo, e incluso crearlo, con el fin de compartir un destino, de no realizar en solitario un camino, y de sentir que no estamos sólo en nuestro trabajo interior y espiritual. Podemos ver también un temor a la soledad y una necesidad de acompañarnos por lo más conocido, por nosotros mismos.
“ No hay duda que pensar en la existencia de un alma gemela con la que formar pareja es muy bonito o romántico, pero no deja de ser la fantasía de una inquietud emocional, personal incluso espiritual!
AILOVIU